Mamani – Pintura Celestial

En Bolivia, había una vez cuando la cultura indígena estaba en peligro de ser borrada durante el medio de los 1950.  Durante este tiempo, la colonización Europea lo hizo donde las personas indígenas empezaran a escoger su estilo de vida.  Su ropa única, sus costumbres históricas, y sus tradiciones antiguas fueron contradictorias a la de los Europeos.  Sin embargo, en vez de dejar que la cultura bonita de los indígenas se muera, la gente indígena encontró una manera de preservar lo que los hizo quienes son.  Hoy en día hay muchos grupos étnicos indígenas que todavía existen en Bolivia, pero las dos comunidades más prevalentes son la gente Quechua y Aymara respectivamente.  Combinado, hay alrededor de 5 millones de personas en Bolivia que pertenecen a uno de estos dos grupos. 

En la pintura, el foco se queda en dos cosas principales.  La primera cosa es una luna/sol grandísima.  Para la gente indígena, específicamente la gente Quechua, hay una gran importancia de la mitología y la religión.  Con parte de sus creencias mitológicas, la importancia de las esmeraldas y cuerpos celestiales está allí.  En esta foto, Mamani eligió incrementar el tamaño de la luna para acentuarla, notando su importancia, especialmente contra la montaña.  En la mitología, hay historias específicas del sol y la luna respectivamente.  Las historias explican la relación entre los dos y también su relación con el cielo, las esmeraldas, y otros planetas.  La gente indígena toman estas historias y entonces ponen sus tradiciones en lugar para honrar y respetar estas fuerzas poderosas.  En esta pintura, la luna es importante por otra razón.  Debido a que esta foto es de una montaña en Japón, la luna técnicamente es la única cosa física que tienen en común la gente Japonés y la gente Boliviana.

El segundo sujeto de esta pintura es la montaña ‘Fuji.’  En la mitología de la gente indígena, la tierra hace el papel más importante en la religión de la gente indígena.  El nombre de la tierra es ‘Pachamama’, y la gente cree que ella (Pachamama) les garantizará más fertilidad con tal de que ellos den ofrendas y hacer sacrificios a ella.  Debido a esto, la tierra, el terreno, los árboles, los ríos, las montañas, y todo que viene de Pachamama es respetado y celebrado por la gente indígena.  Como parte de la tierra, las montañas son un recipiente de este respeto y admiración de la gente.  De hecho, el nombre dado al espíritu de las montañas es ‘apu.’  En la cultura indígena, Apu aguanta mucha pesa con la gente.  Junto con la gente indígena de Bolivia, la gente Japonés tiene una admiración y respeto por las montañas específicamente.  Para los dos, las montañas son dios.  Así que, cuando creando esta obra de arte, Mamani quería hacer seguro que conveyó el poder e importancia de la montaña.  Su estilo de pintar es uno que incorpora los elementos más abstractos y coloridos.  Esto le permite a Mamani llevar aspectos espirituales y intangibles más a la superficie.  Es decir que podemos sentir el sentido de la montaña y la luna.  Del brillo suave que rodea la montaña y luna, a los colores fuertes que eligió a usar, Mamami honra a su dios con esta hermosa pintura.  

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